La gestión de residuos no resolverá el problema de los plásticos: hay que reducir el consumo. De esta forma tan categórica titula la revista Nature su último artículo sobre la contaminación provocada por el uso indebido del plástico: un polémico material que ha contribuido de igual manera al progreso de la sociedad como al deterioro del planeta. Porque, como viene a confirmar esta nueva investigación, el problema no está en el material, sino en el uso: en el grave error de emplearlo para elaborar productos de ‘usar y tirar’ y en la mala gestión de su residuo.
El paper publicado esta semana en la prestigiosa revista científica, recoge las principales conclusiones de un trabajo de investigación liderado por el equipo del doctor Costas Velis, de la Universidad de Leeds (Reino Unido). Para su elaboración, los autores han recurrido al aprendizaje automático y el análisis probabilístico del flujo de residuos plásticos en 50.702 ciudades de todo el mundo, dado que el medio urbano es el principal foco de este tipo de contaminación.
Los investigadores calculan que las emisiones globales de desechos plásticos de gran tamaño ascienden a 52 millones de toneladas métricas (Mt) por año, de las cuales aproximadamente el 57% en peso corresponde a basura plástica quemada a cielo abierto, mientras que el 43% restante engloba a los residuos mal gestionados y que acaban acumulándose en el entorno. Si alineásemos todos esos residuos uno tras otro, la fila daría 1.500 vueltas al planeta.
TE PUEDE INTERESAR
Plástico: el gran invento que acabamos convirtiendo en pesadilla
Jose Luis Gallego
Las estimaciones indican que en 2020 se estaban abandonando como residuo fuera del sistema 52,1 millones de Mt anuales de plástico, lo que representa el 21 % (en peso) de todos los residuos plásticos municipales generados a nivel mundial. Por áreas geográficas, la India es el país que genera más contaminación plástica del planeta, con 9,3 millones de Mt anuales, lo que representa alrededor de una quinta parte del total. Le siguen Nigeria, con 3,5 millones de Mt anuales, e Indonesia, con 3,4. China, que venía liderando hasta ahora el ránking de máximos responsables de la contaminación por plástico, ha descendido hasta el cuarto lugar, con 2,8 millones de Mt anuales. Ello se debe a que el gigante asiático ha empezado a implementar sistemas de recogida y tratamiento de residuos en las principales ciudades.
Plástico rico, plástico pobre
En los países más contaminantes, cerca de 1.200 millones de personas de renta baja (el 15 % de la población mundial) siguen careciendo de un sistema de recogida de residuos. Debido a ello, los plásticos fuera de uso son vertidos directamente en el entorno, a menudo en los ríos. De ese modo, sus cauces actúan como vertedero incontrolado hasta colmarse y colapsar, formando una columna sólida: una larga cinta transportadora que los conduce al mar. Además del sudeste asiático, el estudio alerta que el África subsahariana podría convertirse en las próximas décadas en la mayor fuente mundial de contaminación por plásticos, debido al rápido crecimiento de la población urbana y la total falta de gestión de residuos en las ciudades.
Por contra, el informe resalta que en los países más desarrollados, pese al elevado consumo de plástico, el problema es mucho menor, gracias a la mayor concienciación ciudadana y a disponer de unos sistemas maduros para la gestión, valorización y recuperación de esta fracción de los residuos urbanos. Por ejemplo, aunque los países del África subsahariana muestran todavía unos bajos niveles de contaminación, si se atiende a la generación per cápita de residuos abandonados en el entorno urbano, la cosa cambia. En las ciudades de los países menos adelantados, los residuos de plástico no recogido llegan a representar hasta el 80 % del total de la basura doméstica por habitante.
En Nigeria la media se sitúa en torno a los 12 kg/persona/año, lo que equivale a más de 400 botellas de plástico. En la UE la media es de apenas tres botellas. Aquí la principal causa de contaminación por macroplásticos es el abandono directo en el entorno (la denominada basuraleza), lo que imposibilita una gestión ambientalmente correcta de estos residuos. En todo caso, y respecto a este tema, los autores del estudio destacan en su informe que en los países desarrollados «la carga de emisiones asociada al reciclaje de macroplásticos es comparativamente muy pequeña«.
Reducir antes que recoger
Los datos de este nuevo informe indican que para abordar la grave contaminación por plástico que sufre el planeta, y que amenaza a nuestra salud y la de los ecosistemas, no basta con afinar los sistemas de recogida selectiva de este material, sino que es necesario reducir de manera urgente su producción y consumo. Una propuesta respaldada por el Tratado sobre Plásticos de la ONU, que propone poner en marcha un instrumento internacional, jurídicamente vinculante, sobre la contaminación plástica. Una norma de obligado cumplimiento que unifique las políticas sobre producción, uso y gestión de residuos plásticos a escala global.
Respecto a la incineración del plástico residual, los autores lamentan que «la gran masa de desechos que se quema al aire libre no haya formado parte de las discusiones en las negociaciones del tratado de la ONU, pues según nuestro modelo, se queman más desechos plásticos de los que se emiten como escombros en todo el mundo, lo que libera un cóctel de sustancias potencialmente peligrosas y emisiones que agravan el cambio climático y pueden tener un impacto sustancial en la salud humana y la de los sistemas ecológicos».
«El 56 % del vertido global de plásticos en el medio natural tiene lugar en los países menos desarrollados»
Pero el artículo no se centra tan solo en exponer los resultados del estudio, el equipo de investigadores dirigido por el profesor Velis también comparte en él sus conclusiones. Y lo hace de manera concluyente. «En el contexto de nuestros resultados —señalan— sugerimos que las intervenciones para reducir los desechos plásticos se centren en la reducción de materiales en las fases iniciales» apostillan los autores, para los que la mitigación del creciente y desmedido impacto ambiental del plástico “requerirá un enfoque multisectorial que incluya abordar las deficiencias a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos, más allá de la mejora de los sistemas de recuperación y reciclaje: desde el rediseño de los sistemas, hasta la reducción de los materiales en orígen».
Por último señalan que «aunque hemos examinado, evaluado, armonizado y corregido minuciosamente los datos pertinentes, incorporando la incertidumbre mediante un enfoque probabilístico, reconocemos que sigue existiendo una escasez de información sólida, de calidad y verificable, sobre el grave problema de la contaminación por plástico». Por lo que alientan a seguir avanzando en el estudio de este serio dilema para la humanidad.
La gestión de residuos no resolverá el problema de los plásticos: hay que reducir el consumo. De esta forma tan categórica titula la revista Nature su último artículo sobre la contaminación provocada por el uso indebido del plástico: un polémico material que ha contribuido de igual manera al progreso de la sociedad como al deterioro del planeta. Porque, como viene a confirmar esta nueva investigación, el problema no está en el material, sino en el uso: en el grave error de emplearlo para elaborar productos de ‘usar y tirar’ y en la mala gestión de su residuo.
Pulsa aqui para ampliar la noticia