Los envases, fundamentales para proteger y conservar productos, generan una gran cantidad de residuos que es necesario gestionar de forma adecuada, en tiempos en los que el progreso de la economía circular redunda en un indudable beneficio de la sociedad. Nos encontramos, por lo tanto, en una oportunidad única para repensar el papel de los envases, convirtiéndolos en nuevas materias primas y recursos de renovado valor. Innovación, colaboración, cambio de mentalidad se asientan como vectores necesarios para un futuro en el que los envases sean parte de un ciclo regenerativo en lugar de un problema desechable. Esta transición hacia un modelo más sostenible, que involucra a toda la cadena de valor (selección de materias primas renovables, ecodiseño, tecnologías de reciclaje y sistemas eficientes para recuperar esos recursos, etc.) fue el centro de atención de las opiniones de los especialistas de una nueva edición del Foro ABC Natural (en este caso, ‘Envases del futuro’, bajo la moderación de la responsable de ‘Natural’, Charo Barroso. Expertos del sector como Isabel Goyena, directora de ENVALORA; Miguel Aguado, socio director de B LEAF consultoría de sostenibilidad y comunicación y Virginia Rodríguez, Head of Sustainability en Tetra Pak Iberia, dejaron clara la importancia de la colaboración de todos los agentes implicados del sector en un momento en el que el envase es tan importante como el producto. El encuentro comenzó destacando la relevancia de la puesta en marcha del Real Decreto de Envases y Residuos, que marca, para el próximo 2025 y, entre otras, disposiciones, que todas la empresas consideradas productoras de producto, es decir las que ponen envases en el mercado nacional o importan/adquieren intracomunitariamente productos envasados, deberán adherirse a un SCRAP (sistema colectivo de RAP -Responsabilidad Ampliada de Producto-) como ENVALORA o bien crear su propio SIRAP (sistema individual de RAP. En este entorno, Isabel Goyena señaló cómo «nos encontramos ante un paso adelante en la cadena de valor, ante la responsabilidad de las empresas que ponen los envases en el mercado de organizar y financiar la gestión de los residuos de dichos envases». Una nueva era en la que, como indicó la portavoz de ENVALORA: «la industria ha sido proactiva buscando cumplir con la obligación RAP de forma colectiva. Por eso se creo ENVALORA el sistema para todos los envases industriales y comerciales ya sean de un sólo uso o reutilizables». Una época, por lo tanto, de desafíos, como apuntó Miguel Aguado: «En España, la industria gestiona bien sus residuos (contamos, por ejemplo, con el primer ‘Circular Lab europeo), puede haber alguna demora, pero los objetivos se cumplirán, aunque el reto se encuentra en frentes como el entorno rural, las pymes y la hostelería, los grandes eventos, etc.». Un desempeño que incumbe a toda la sociedad y que comienza desde el mismo diseño de los envases, desde el ecodiseño. «Nos dirigimos (comentó Aguado) al recurso a menos cantidad de material, menos diversidad, mayor facilidad en la recuperación. Por poner un ejemplo: que las esquinas estén cortadas en el envase de un yogur suponen un ahorro de un 9% de plástico». Y se recordó la idoneidad de la (‘impopular’) medida de unir el tapón a los envases «una obligación europea, para un mejor resultado del reciclado». Tiempos de eficiencia y ‘compliance’ que van más allá del mero cumplimiento de los Objetivos 2030, sino que suponen un nuevo paradigma económico-empresarial, en torno a una mayor y mejor eficiencia en digitalización, logística, finanzas, trazabilidad, garantías de diversos tipos (como la seguridad alimentaria), etc. Virginia Rodríguez, de Tetra Pak Iberia, enfatizó la importancia de trabajar «activamente con todas las partes interesadas para mejorar la infraestructura de reciclaje y también por desarrollar el mercado de materiales reciclados de nuestros envases». Y añadió, además, la importancia de «introducir polímeros de origen vegetal y plásticos reciclados, así como el uso de energías renovables (en nuestra actividad en España utilizamos electricidad 100% de fuentes limpias), para avanzar hacia nuestro objetivo de crear el envase más sostenible del mundo, hecho totalmente a partir de materias primas renovables o recicladas, gestionadas de forma responsable, completamente reciclables y neutros en carbono». El uso de «fibra larga, virgen, hace que nuestros envases sean muy apreciados por los recicladores y la industria del cartón» destacó Virginia. Diversas aportaciones a un círculo virtuoso en la que Goyena señaló la paradoja de que una misma ley afecte tanto a grandes compañías como a pymes y micropymes: «En todo caso, aspectos como la autorización administrativa generan confianza en el sector y pueden suponer un impulso para estos nuevos tiempos, en los que el nuevo reglamento hará que el envase sea casi tan importante como el propio producto». En todo caso, en todo momento, los participantes subrayaron la importancia de la información y la concienciación en cascada, desde las grandes corporaciones a la ciudadanía (desde los adolescentes a la ‘tercera edad’); la relevancia de los proyectos piloto y de considerar específicamente las particularidades de cada sector (el ‘retail’, la industria química, la construcción…); la expectativa ante medidas como la retribución por depósito, etc. Un renovado escenario en el que, en el caso de las empresas, como apuntó Aguado: «se debe poner en valor, a la hora de la contratación pública, el esfuerzo ambiental, el denominado ‘alcance tres’ (no sólo lo que hago, sino lo que hacen mis proveedores), con nuevos criterios en el precio de compra. Ya no es tiempo de hablar de ‘baño verde’, sino de que la sostenibilidad forma parte del negocio». De hecho, como añadió el especialista: «Hace tan sólo cinco o seis años, las áreas de sostenibilidad eran, en muchos casos, colaterales, y ahora están cada vez más ligadas a la gestión económica, a la calidad, a la optimización de recursos y procesos». Quedan algo más de dos meses para esta nueva fase de la economía circular en Europa, en España. Para ello, como concluyó Goyena: «El principal reto está en la concienciación de las miles de empresas en España, para ser conscientes de esta nueva responsabilidad, y este año y el que viene serán esenciales. Se están haciendo bien las cosas… pero falta trazabilidad e información de lo que se hace en este sentido. De ahí la importancia de la digitalización». Tecnología y personas (desde sus casas, desde las empresas) como claves de éxito en el recorrido de la sostenibilidad, ante un corpus normativo que establece obligaciones a futuro de incorporación de materiales reciclados, para desarrollar y consolidar un planeta mejor.
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