Andrés Maldonado

Sábado, 2 de septiembre 2023, 22:38

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El Ayuntamiento, a través de Aqualia, empresa concesionaria de la gestión integral del agua en el término municipal, lleva limpiados en lo que va de año 12.500 imbornales, además de colectores de saneamiento, tarea que se intensifica en esta época en previsión de la pronta llegada de las primeras lluvias este fin de semana.

Estos trabajos tienen como fin desatascar estas rejillas y conducciones de agua sucia para que cuando llueva cumplan adecuadamente su función de evacuar el agua de la calle y evitar inundaciones, transportando esta agua pluvial a las depuradoras.

De ahí la importancia de que no se tiren en el interior de las rejillas de las alcantarillas ningún tipo de desecho, como papeles, chicles, restos de obra, etc… y de que en casa no se arroje ningún elemento que no sea el papel higiénico al inodoro, pues éstos acaban en las tuberías de saneamiento taponándolas.

El concejal de Agua, Zonas Verdes y Agricultura, Juan José Segura, reiteró la necesidad de hacer un uso responsable del sistema de saneamiento de la ciudad en todo aquello que esté en nuestra mano; «con simples gestos como poner una papelera en el baño ya estamos contribuyendo a mantener las instalaciones hidráulicas de nuestra ciudad y a cuidar el medioambiente porque son residuos que no arrojamos al inodoro», afirmó. «Los residuos que con más frecuencia nos encontramos en las tuberías de saneamiento cuando vamos a desatascarlas son las toallitas húmedas. Al contrario de lo que algunos envases señalan, estas no se descomponen en el agua y no deben tirarse al retrete porque acaban formando verdaderas marañas de fibras que, junto a los restos de jabón, se compactan formando unos enormes tapones dentro de las tuberías», indican desde Aqualia.

De hecho, desde enero hasta la fecha, la empresa ha extraído más de 1’2 millones de litros de residuos de las alcantarillas y colectores de saneamiento de la ciudad y prevé que esta cifra aumente hasta los 1’8 millones de litros de aquí a final de año. Estos residuos se sacan de las tuberías gracias a los camiones de saneamiento, que cuentan con una tobera que se introduce en las mismas y succiona la suciedad o impulsa agua a gran presión para eliminar la obstrucción que se detecte.

Empleando estos camiones, la empresa ha realizado entre enero y agosto el desatranque de 368 casos de taponamiento de la red general de saneamiento de la ciudad y de 1.393 acometidas.

En el caso de las rejillas de los imbornales, la limpieza se realiza de manera manual. Los trabajadores de Aqualia acuden con un vehículo en el que van depositando todos los residuos extraídos de los imbornales, que después irán a parar a un vertedero. Finalmente insertan agua a presión dentro del imbornal para comprobar que el atasco ha desaparecido.

De esta manera, rejillas y tuberías recuperan su capacidad hidráulica de transporte para desaguar el agua de lluvia. No obstante, Ayuntamiento y Aqualia advierten que, si las lluvias son excesivamente torrenciales, con descargas de mucha agua en muy poco tiempo, es imposible que las tuberías de ninguna ciudad tengan capacidad suficiente para desaguar inmediatamente el agua, sino que ésta desaparecería poco a poco tras el paso de la tormenta.

Todas las actuaciones de limpieza son registradas internamente para que quede constancia de las zonas sobre las que se ha actuado. Del análisis de estos datos se concluye cuáles son las zonas más afectadas y que por tanto hay que limpiar con más frecuencia. En la ciudad hay designados 33 puntos críticos que se inspeccionan a final de verano previendo el comienzo de las primeras lluvias y posteriormente también se inspeccionan cada vez que se prevén precipitaciones.


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