Avanzar hacia un futuro más sostenible exige que nuestras acciones no tengan un impacto negativo en el mundo. Y, sin duda, la suma de pequeñas acciones en nuestro día a día genera un gran impacto positivo en el medioambiente.

Aprovechar los recursos para reducir, reciclar y reutilizar todo aquello que se desecha y poder darle una segunda vida es una opción cada vez más necesaria por la sociedad en general y por las empresas en particular.

En esto consiste precisamente la economía circular, un modelo productivo que ha llegado para quedarse y al que se suma Unicaja Banco. Este nuevo sistema de producción respetuoso, sumado a la sostenibilidad en su vertiente más global, como principio que permita asegurar las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras, son algunas de las claves que marcarán el futuro de las empresas.

Precisamente, Unicaja Banco, en el marco de sus políticas de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa (RSC), está comprometido con la realización y la promoción de iniciativas respetuosas con el medioambiente, así como con el desarrollo sostenible, minimizando el impacto ambiental directo e indirecto de su actividad.

Conforme a ello, la entidad fomenta la reutilización y el reciclaje de materiales con la finalidad de incentivar la transición hacia una economía circular y libre de emisiones de carbono, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), promovidos por las Naciones Unidas, de cuyo Pacto Mundial la entidad forma parte.

Ejemplos de ello son sus nuevas tarjetas de crédito, débito y prepago, que son más sostenibles al estar fabricadas con materiales 100% reciclados. Además, su diseño está basado en elementos de la naturaleza, como son la montaña, el bosque y las plantas.

El plástico PVC 100% reciclado, material del que están hechas estas tarjetas, constituye una de las mejores alternativas que existen actualmente en el mercado para reducir la huella de carbono, ya que su fabricación en España hace que también se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono en un 28%.

La economía circular, que permite aprovechar los recursos para darles otra vida y devolverlos al mercado, aboga por los materiales biodegradables y por una fabricación lo menos invasiva posible para evitar así que contaminen. Parece necesario, por tanto, reformular muchas de nuestras ideas y apostar por un modelo económico que, sin dejar de ser generador de bienestar y de rentabilidad, apueste por el respeto al medioambiente.

Un cambio de mentalidad que cada día adquiere más sentido ante la actual crisis climática y su impacto en las personas. Sin duda, es más que necesario adoptar un modelo de producción alejado de las fuentes de energía fósiles y de las emisiones de carbono, y, al mismo tiempo, la sostenibilidad social y ambiental se convierte en una exigencia.

Ese camino hacia un modelo que genere beneficios económicos, sociales y medioambientales y que apueste por un desarrollo sostenible es por el que aboga Unicaja Banco y en el que quiere acompañar a sus clientes.

En la práctica, esto se traduce en un apoyo decidido a las finanzas sostenibles y a soluciones para que sus clientes aborden la transición verde y puedan aprovechar las oportunidades que ofrece lo sostenible.

Las empresas españolas han mejorado sus prestaciones en cuestiones de sostenibilidad. | LA OPINIÓN LA OPINIÓN. MÁLAGA

Así, desde su compromiso con los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) y con el cumplimiento de los ODS de Naciones Unidas, reflejado en su estrategia de Sostenibilidad y RSC, Unicaja Banco ha dado pasos significativos para alinearse con el nuevo paradigma de las finanzas sostenibles.

En concreto, la sostenibilidad forma parte de su Plan Estratégico, con el complemento de la RSC y la inclusión y la educación financieras, sobre todo en relación con aquellos colectivos de la población que muestran mayor vulnerabilidad.

En esta línea, la entidad cuenta con productos financieros sostenibles, tales como préstamos hipotecarios verdes para inmuebles energéticamente eficientes o para la adquisición de vehículos de bajas o cero emisiones, así como de embarcaciones de recreo y de puntos de recarga eléctrica; financiación para la instalación de placas fotovoltaicas de autoconsumo; fondos de inversión socialmente responsable; planes de pensiones sostenibles, o préstamos a comunidades de propietarios para la mejora de la eficiencia energética, que, a su vez, sirve para canalizar los fondos europeos Next Generation, entre otros.

La entidad financiera traslada también a sus clientes este compromiso con el medioambiente y la sostenibilidad, promoviendo, para ello, el cuidado de la naturaleza a través de eventos y colaboraciones, así como la renaturalización de diferentes espacios.

La sociedad se está transformado, al igual que los modelos de negocio de las empresas, en general, y de las entidades de crédito, en particular, las cuales asumen decididamente, como hace Unicaja Banco, la función social que la sostenibilidad y la sociedad demandan.


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