El sector del cartón considera que genera desigualdad de oportunidades ya que pone por delante la reutilización, donde el plástico tiene ventaja. El plástico, por su parte, denuncia hiperregulación.

La directiva de envases que ultima Europa –Packaging and Packing Waste Regulation (PPWR)- ha encencido de nuevo la chispa histórica entre dos materiales indispensables para el consumo, el plástico y el cartón.

La Comisión Europea presentó la propuesta en noviembre del año pasado para revisar la normativa actual relativa a los envases y residuos de envases con el objetivo de fijar directrices en materia de economía circular. En concreto, para prevenir la producción de residuos de envases y fomentar la reutilización, el reciclado y otras formas de valorización.

Aunque de momento no tiene fecha de aplicación, se votará por parte del Parlamento el próximo 24 de octubre dentro de la Comisión de Medio Ambiente (ENVI).

Reciclaje y reutilización

El problema es que la directiva marca unos objetivos diferentes en cuanto a reciclaje y reutilización. La UE pretende que todos los envases sean 100% reciclables para 2030 . Esto ha generado, a juicio del sector del cartón, una desigualdad de oportunidades ya que mientras el plástico se reutiliza el cartón no; en cambio, cuenta con un alto índice de reciclabilidad.

Esto derivará, dicen, en un aumento del uso de plásticos para reemplazar los envases de papel, lo que contradice los objetivos del Pacto Verde. Según la Federación Europea de Fabricantes de Cartón Ondulado (Fefco) se calcula que para alcanzar el objetivo de reutilización del 90% para 2040, se generaría la necesidad de generar hasta 8.100 millones de nuevas cajas de plástico que pesarían 12 millones de toneladas y se necesitarían 16.000 ml de agua para lavar sólo la mitad de ellas para su reutilización. «Las soluciones reutilizables generarían mayores emisiones de CO2 que el papel y el cartón. En paralelo, estaríamos hablando de más transporte, mayores emisiones de CO2 y un consecuente aumento de costes», destaca Ignacio Sevillano, CEO de Smurfit Kappa España, Portugal y Marruecos.

A cambio, el sector propone soluciones como el cartón ondulado, «un material totalmente renovable, altamente reciclable, y tiene una tasa de reciclado de más de un 90%, la mayor de Europa en cuanto a materiales envasados, y biodegradable, pero que se adapta menos a la reutilización».

El CEO de Smurfit Kappa, uno de los agentes líderes del sector del embalaje, añade una reflexión: ¿realmente se trata de reciclar en contra de reutilizar o más bien de reciclar junto con reutilizar?. «Conviene recordar por qué estamos aquí y el espíritu del reglamento, que no es otro que reducir los residuos de envases en beneficio del medio ambiente, la economía y la sociedad».

En el lado opuesto está el sector del plástico. La patronal EsPlásticos denuncia la hiperregulación de los últimos años y la demonización que está sufriendo la industria. La prohibición de plásticos de un solo uso ha supuesto un duro golpe para el desarrollo de las empresas y España único país de la Unión Europea que cuenta con un impuesto especial a los envases de plástico.

«Los plásticos son materiales seguros y versátiles, por ello se encuentran muy presentes en la industria del envase y sus cualidades son idóneas para favorecer la circularidad y la reutilización de forma sostenible y segura», explica Luis Cediel, portavoz de la plataforma EsPlásticos, quien recuerda que los envases de plástico permiten conservar y mantener los alimentos «de forma segura» .

Asimismo, aporta estadísticas en relación a su uso. Según Eurostat, desde 2009 a 2020 en Europa el residuo de envases generado de papel y cartón fue el más elevado, contribuyendo con 32,7 millones de toneladas frente a los 15 millones de toneladas de material envasado plástico. En este periodo, el uso de envases de cartón por habitante ha aumentado 14 kilos y el plástico lo ha hecho sólo en 7 kilos/habitante. «Los plásticos en sí mimos no son el problema sino la mala gestión del residuo y su abandono en el medio ambiente». Para asegurar su sostenibilidad, añade, Cediel, «se debe garantizar la correcta gestión de su fin de vida por parte de toda la sociedad (consumidores, fabricantes, recicladores, instituciones, etc.) y fomentar medidas de reutilización».

Siguientes pasos

El proceso legislativo para la aprobación de esta directiva implica la participación la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo. Una vez que cada institución tiene su posición se inician los trílogos. De momento, el Parlamento y el Consejo están examinando la propuesta para adoptar su posición. El Consejo examinó la propuesta recientemente, pero no ha adoptado su decisión aún. Y el Parlamento, sin embargo, votará su posición dentro de la Comisión de Medio Ambiente (ENVI) el próximo día 24.


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