Las bodegas del Marco de Jerez apuestan por el cultivo ecológico y las prácticas sostenibles como controlar la huella de carbono, optimizar los recursos hídricos, la crianza biológica o las nuevas variedades de uva.

Con una producción de 28,33 millones de hectolitros en los siete primeros meses de la campaña 2023-2024, según Infovi, España es uno de los tres mayores productores de vino del mundo, junto a Francia e Italia. La industria vitivinícola española avanza en su transformación, adoptando prácticas sostenibles que reflejen su compromiso con la protección del entorno y del medioambiente y la lucha contra el cambio climático.

Las 87 bodegas inscritas y los 1.750 viticultores que componen el Marco de Jerez, con el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, han apostado por la sostenibilidad para proteger su producción de los efectos del cambio climático, que conlleva un aumento de las temperaturas, escasez de agua y desequilibrio climatológico, implementado prácticas ecológicas en todas las fases del proceso de elaboración, desde la producción.

De hecho, el territorio de la Denominación de Origen cuenta ya con más de 500 hectáreas de viñedo en cultivo ecológico. El cálido clima de la zona, con el predominio de los vientos secos de levante, contribuye reducir de forma significativa el uso de herbicidas y pesticidas, al verse los viñedos menos afectados por las enfermedades típicas de la vid.

Prácticas

Entre las prácticas sostenibles, el Marco de Jerez ha apostado por optimizar los recursos hídricos, emplear nuevas variedades de uva, la crianza biológica y el control de la huella de carbono.

Junto a los factores naturales y tradicionales que inciden en el carácter sostenible de los vinos, cada vez son más las bodegas elaboradoras que controlan su huella de carbono y trabajan para reducirla. Desde el uso de energías renovables (fotovoltaica, solar, geotermia, hidrógeno verde o biomasa) para reducir el consumo eléctrico y edificios sostenibles al uso de botellas más ligeras que rebajan el peso de los palés, con el consiguiente ahorro de energía en el transporte hasta su distribución.

La optimización de los recursos hídricos es otro de los objetivos de las bodegas. Algunas de las prácticas más eficaces son el resultado de conocimientos ancestrales. Tras la vendimia, los viticultores excavan piletas rectangulares en las calles del viñedo para retener y almacenar el agua de lluvia del otoño y el invierno.

Esta técnica tradicional, conocida como aserpia, impide que el agua corra sin control y se desperdicie entre las pendientes de los cerros. Se trata de un uso eficaz y sostenible de los recursos hídricos del Marco de Jerez, una reción donde la pluviometría se reduce progresivamente y el sol brilla 300 días al año.

Una de las ventajas desde el punto de vista de la sostenibilidad radica en un fenómeno natural característico del Marco de Jerez, la llamada crianza biológica. Unas levaduras naturales que se producen en el interior de las botas formando el llamado velo de flor, que protegen al vino de la oxidación y hacen innecesaria la adición de sulfitos a lo largo del proceso de crianza.

Nuevas variedades de uva

Otro de los avances en materia de sostenibilidad en el Marco de Jerez lo protagonizó el Consejo Regulador en 2022 al autorizar el empleo de nuevas variedades de uva para elaborar Vinos de Jerez. A las tradicionales Palomino, Pedro Ximénez y Moscatel, hace dos años se sumaron otras variedades con carácter histórico, cuyo uso se abandonó a principios del siglo XX, tras la plaga de filoxera. Los estudios más recientes demuestran que variedades locales como la Beba, la Vijeriega o la Perruno ofrecen nuevas perspectivas de futuro para los viticultores, especialmente en las nuevas condiciones climáticas.

González Byass

5+5 Cuidando el Planeta, el plan de González Byass, incluye acciones y objetivos de sostenibilidad ambiental y social ligados a la actividad en el viñedo y la bodega. Ha implantado mejoras para una mayor eficiencia en el uso recursos y materiales respetuosos con el medio ambiente, reducir las emisiones, emplear energías limpias (de la fotovoltaica, a la solar térmica, la geotermia, aerotermia, hidrógeno verde y biomasa, que junto a la compra de renovable supone el 70% de energía verde) y proteger la biodiversidad y el entorno. Más del 25% de su viñedo es ecológico. En Jerez ha certificado su mosto ecológico elaborado con uvas cultivadas en 11,3 hectáreas de la DO de cultivo ecológico. Aún no se ha embotellado, pendiente de su envejecimiento.

Williams & Humbert

La bodega Williams & Humbert fue pionera en el cultivo ecológico de la variedad Pedro Ximénez y la bodega en lanzar un Fino Ecológico del Marco de Jerez. Hoy cultiva su propio viñedo ecológico (unas 40 hectáreas), con los Pagos de Añina y Carrascal. Este sistema de cultivo se ha desarrollado con técnicas reguladas por normas ecológicas, con prácticas especiales como la poda y la mejora de la fertilidad del suelo con tratamientos que respetan la fauna. Además del uso de la IA y el Big Data para estudiar el rendimiento del viñedo, el grupo está inmerso en la construcción de una nueva planta que estará alimentada por energía fotovoltaica y aplicará todas las políticas sostenibles, desde la gestión de residuos al impacto de la huella de carbono.

Grupo José Estévez

El grupo José Estévez está certificado en huella de carbono, desarrollando protocolos y marcando objetivos que contribuyan a reducir sus emisiones. En los últimos años, ha instalado placas fotovoltaicas en los techos del complejo bodeguero para producir energía 100% renovable, que se suma al contrato con una suministradora de energía 100% de fuentes renovables. Ha apostado, asimismo, por la viticultura sostenible. Valdespino presentó en 2023 su vino ecológico Viña Los Arcos-Macharnudo Bajo. Y los materiales usados en Viña Los Arcos siguen el hilo de la producción ecológica, con papeles 100% ecológicos y en lugar de una cápsula metálica se apuesta por cera biodegradable (lacre), al igual que el corcho, elaborado con cortezas de alcornoque.


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