Los combustibles fósiles siguen estando presentes en nuestras vidas, pero su consumo va perdiendo peso considerablemente a favor de las energías renovables. En los próximos años, petróleo, gas natural van a la baja, mientras que aumentará la generación eléctrica, los biocarburantes e hidrógeno como fuentes de energía. Así se desprende de un informe elaborado por CEPSA sobre la evolución del mix energético de aquí a 2050. En este escenario, asegura la petrolera, se pueden extraer algunas tendencias con respecto a este año, en el que las renovables entran, a la vista de los datos, en «fase de consolidación».

En 2025 se instalarán hasta 550 GW de energía renovable a nivel mundial, por encima de los 500GW instalados en 2023. En el caso de España, la energía solar crecerá a un nivel similar al del año pasado, con 5GW, según datos de Red Eléctrica Española (REE) y habrá un incremento de instalaciones eólicas que aportarán 3 GW a la red.

En opinión de CEPSA, el principal reto al que nos enfrentamos es reforzar las redes eléctricas y nuestra capacidad de almacenamiento para dar integrar más renovables y dar respuesta a la demanda provocada por la electrificación. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) prevé inversiones en redes de 53.000 millones de euros de aquí a 2030. Asimismo, la compañia ve necesario que se simplifiquen y agilicen los trámites administrativos para agilizar los permisos necesarios, tal y como exigen las directivas europeas.

Las renovables lideraron el mix energético en abril

Las energías renovables alcanzaron en el mes de abril una cuota del 64,6% sobre el total de generación mensual y, por primera vez, tres tecnologías ‘verdes’ -la eólica, la hidráulica y la solar fotovoltaica– han lideraron el mix energético. En concreto, las renovables generaron en abril 13.515 gigavatios hora (GWh), un 21% más que en el mismo mes de 2023. La eólica encabezó el mix, con un 22,2% del total, seguida de la hidráulica (19,7%) y la solar fotovoltaica (18,8%), según datos de Red Eléctrica.

Con este impulso de las renovables, el 83,1% de la electricidad producida en España durante el mes de abril de 2024 ha sido libre de emisiones de CO2 equivalente, la mayor cuota mensual desde que se cuenta con registros.

¿Qué efectos positivos provocará el uso de renovables?

La progresiva entrada de renovables en el mix energético está provocando una caída de los precios de la energía eléctrica. «Esto abarata los costes empresariales, atrayendo industria y fomentando nuestra demanda», argumenta CEPSA en su informe. 

La generación de energía renovable supone de por sí una aceleración de la descarbonización. Servirá, además, subraya la energética, «para descarbonizar otros sectores, ya sea mediante la electrificación o la producción, a través de hidrógeno verde, de combustibles renovables».

El parque móvil eléctrico aumenta, pero faltan infraestructuras de recarga

Uno de cada cinco coches que se venden en Europa son eléctricos, según el informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA ) del año pasado. En España, los vehículos eléctricos e híbridos enchufables representaron el 12% de las matriculaciones el año pasado y en éste podrían llegar hasta el 15%. 

Sin embargo, las infraestructuras de recarga no están avanzando al mismo ritmo que el parque de vehículos. Sigue habiendo pocos puntos de recarga ultrarrápidos, asegura el informe de CEPSA, y la mayoría están concentrados en grandes ciudades.

El reto de la eficiencia energética

Los consumidores, cada vez más sensibilizados con la transición energética, han empezado a optimizar los consumos. La parte negativa está en que la tasa de rehabilitación de viviendas y edificios es muy baja (en Europa es del 0,1% anual). En este sentido, la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC), advierte de que, si el ritmo no se incrementa, no alcanzaremos los objetivos de descarbonización y eficiencia energética para 2030, fecha en la que está prevista una reducción de emisiones del 55% con respecto a 1990. El año pasado se alcanzó el 31%.

Hidrógeno verde

España se ha convertido en una potencia mundial en hidrógeno verde. Ocupa la tercera posición, por detrás de Estados Unidos y Australia, en cuanto a proyectos de este tipo, según un informe de McKinsey & Company del año pasado. 

El hidrógeno renovable tiene la capacidad de almacenar energía a gran escala, permitiendo la integración de las renovables al tiempo que reduce la dependencia energética, con costes cada vez más competitivos. En el capítulo de retos está pendiente que la UE concluya el marco legal para que se pueda aprovechar todo este potencial, un desarrollo también necesario en los biogases, que van en aumento.

La UE podría liderar el sector del biogás, con Francia y Alemania a la cabeza, que son los países con mayor potencial dado su número de plantas de biometano. España cuenta con un potencial de producción de 163 TWh/año, que cubriría el 43% de la demanda nacional de gas natural.

Biocombustibles

En paralelo CEPSA prevé un aumento del consumo de biocombustibles en todo el mundo. Este año la demanda crecerá un 11%, impulsada por la seguridad energética y la descarbonización. Se espera asimismo un aumento de la producción, impulsando el biodiésel y el diésel renovable para la automoción y el transporte marítimo y el SAF (siglas en inglés de Combustible Sostenible para la Aviación, que se produce a partir de residuos como aceite de cocina usado o grasa animal, que reduce las emisiones de CO2 un 80% en comparación con los combustibles fósiles), para el sector aéreo.

Los biocombustibles permiten descarbonizar inmediatamente sin necesidad de adaptar los motores o sistemas de logística actuales, evitando de esta manera inversiones adicionales. Por otro lado, son un ejemplo de economía circular que permite aprovechar residuos orgánicos.


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