Septiembre se ha presentado más verde que nunca y ha sido por un motivo doble. Primero, verde por el compromiso con la sostenibilidad y la mejora en el impacto del medioambiente y, segundo, porque precisamente quien ha ‘gritado a viva voz’ esa promesa con el cuidado de los recursos naturales ha sido Leroy Merlin que, como sabrán, su distintivo es de este mismo color. 

Así, en la madrileña calle Antonio Maura número 10, la compañía presenta su última novedad: el Home Index. Una nueva apuesta que, como señala Miguel Madrigal, director de Marketing de Leroy Merlin España, «responde a la demanda de la población de manera concreta». Porque sí, las pequeñas acciones del día a día pueden crean grandes logros. 

Unas palabras que Alejandro Dorado, comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), acompañaba de la siguiente manera: «La transición ecológica no es solo energética, va mucho más allá y lo habéis sabido plasmar. Este índice hace un esfuerzo por no olvidarse de otros retos medioambientales que transcurren de forma paralela a la crisis climática». 

Pero, ¿cuáles son esas amenazas que nos ocupan? Dorado señala «nuestro modelo de producción y consumo», basado en extraer, consumir y tirar, como la consecuencia de la crisis ambiental. Asegura que ese método «no da más de sí» y, dado que «el planeta no cuenta con recursos infinitos», la sociedad debe adaptarse a la economía circular para «dar respuesta a la finitud de estos». 

Lo ejemplifica a partir de la propia realidad: «Este año, el día de sobrecapacidad de la tierra se dio el 1 de agosto. En 2050, necesitaríamos tres planetas para saciar el modelo de consumo«. Y es que, indica, «el 80% de los impactos ambientales de nuestros productos se explican por cómo están diseñados» y, de ahí, la importancia del Home Index como «un elemento tractor» hacia la transformación

Sostenibilidad por bandera

Leroy Merlin suma más de 12 años trabajando en un modelo de negocio más responsable. En 2011 se aventuraban a establecer el primer marco de negocio en esta línea, lo que, hoy día, se ha convertido en la base del proyecto que se presenta. 

Se trata de un programa en el que, explica Alain Ryckeboer, CEO de Leroy Merlin España, «estamos trabajando desde hace cinco años y responde a los desafíos estratégicos para el impacto positivo«: productos y servicios sostenibles, economía circular, descarbonización, compromiso local, transparencia y transformación cultural. 

Alain Ryckeboer, CEO de Leroy Merlin España.


Alain Ryckeboer, CEO de Leroy Merlin España.

Cedida

En definitiva, es un indicador que evalúa el impacto de los productos en todo su ciclo de vida, permitiendo a los consumidores tomar decisiones informadas. Porque, precisamente, esa es la intención de la compañía, asegura Ryckeboer, «empoderar a los clientes» y «transformarlos en agentes de cambio». 

«La estrategia consiste en incluir criterios de ecodiseño en todo el proceso productivo«, expone Cristina Sánchez, directora ejecutiva de Impacto Positivo y Sostenibilidad de Leroy Merlin España. Esto involucra a la materia prima, la producción, el embalaje y logística, el uso por parte de los clientes, el fin de la vida útil y, siguiendo con los principios de economía circular, el reaprovechamiento de las materiales primas. 

Home Index

Esta nueva apuesta que se establece a partir de más de 30 criterios y un ‘scoring’ desde la A (mayor impacto positivo acreditado) hasta la E (mayor margen de mejora), permite calificar cuán de sostenibles son los productos siguiendo ocho categorías de evaluación: materias primas, fabricación, consumo de agua y energía, transporte, vida útil y reparabilidad, reciclabilidad, ética y salud. 

Cristina Sánchez, directora de Impacto Positivo y Sostenibilidad.


Cristina Sánchez, directora de Impacto Positivo y Sostenibilidad.

Cedida

Y es que los estudios han demostrado que 8 de cada 10 clientes aseguran preferir un producto sostenible a otro que no lo sea en igualdad de condiciones económicas. Sin embargo, el 79% de ellos indica que, pese a querer ser más ‘verde’, carece información para saber decidir entre un artículo u otro. 

Por eso, señala Sánchez, «el ejercicio de transparencia es absolutamente necesario para que los clientes puedan ser más sostenibles». Y no solo los usuarios, sino también los proveedores, de los cuales un 80% ya se han sumado a esta iniciativa y, en Francia, un 99%. 

Actualmente, cuentan con más de 140.000 productos evaluados. De ellos, un 50% se mueven entre una calificación A, B o C, pero, aseguran tener la ambición de seguir progresando y que cada vez los requisitos puedan ser más exigentes para garantizar menor impacto medioambiental. Un compromiso que ya han demostrado dado que en 2023 tenían un 29% de productos A, B o C.


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