Las contradicciones en la directiva de la UE pondrían en peligro el … – Hostel Vending

HOSTELVENDING.COM 27/09/2023.- Las actualizaciones, reparaciones y reutilización en la industria de la distribución automática son realizadas por los operadores. El consumidor final, es decir, la persona que compra un producto de una máquina expendedora, no tiene interés ni capacidad para influir en las reparaciones de estas máquinas. Por lo tanto, la directiva parece ser ciega a la realidad operativa del sector.

De un tiempo a esta parte, la sostenibilidad y la economía circular se han convertido en palabras clave. Frente a ello, la Directiva sobre el Derecho a Reparación de la Unión Europea se erige como un faro de esperanza para reducir el desperdicio y promover la longevidad de los productos. Sin embargo, esta directiva parece tropezar cuando se trata de un sector en particular: las máquinas expendedoras.

La distribución automática, impulsada por la necesidad de ofrecer productos y servicios de forma eficiente, se basa en un exitoso sistema de diseño modular y reparación. Las máquinas expendedoras, que han demostrado ser esenciales en entornos empresariales y públicos, han dependido durante mucho tiempo de la capacidad de los operadores profesionales para mantener y reparar estos dispositivos de venta automatizados.

Una de las principales preocupaciones que ha surgido en este sector es la confusa definición de «consumidor» en la propuesta de la directiva. Según el artículo 2, apartado 2, de la UE 2019/771, un consumidor se define como «cualquier persona física que, en relación con los contratos regulados por la presente Directiva, actúa con fines ajenos a su actividad comercial, empresarial, artesanal o profesional”. No obstante, en el contexto de la industria del vending, el «consumidor» es el operador profesional de las máquinas expendedoras, que ya opera dentro de su «actividad comercial, empresarial, artesanal o profesional». Esto significa que la definición estándar de consumidor no se aplica al entorno de empresa a empresa (B2B), en particular al modelo de negocio del unattended.

Las actualizaciones, reparaciones y reutilización en esta industria son realizadas por operadores. El usuario final, en otras palabras, la persona que compra un producto de una máquina automática, no tiene interés ni capacidad para influir en las reparaciones de estas máquinas. Por lo tanto, la directiva da la espalda a la realidad operativa de nuestro sector.

La confusión se profundiza aún más con la inclusión de las máquinas expendedoras refrigeradas al alcance de las medidas propuestas. Y es que las máquinas se consideran aparatos de refrigeración con una función de venta directa según la UE 2019/2024. Esta decisión parece ignorar las complejidades específicas de las máquinas expendedoras y su papel en el comercio automatizado.

Con todo lo expuesto, la directiva sobre el derecho a reparación, si se aprueba tal como está, podría poner en peligro el exitoso sistema de diseño modular y reparación de máquinas expendedoras. Las definiciones ambiguas y la falta de consideración de las realidades operativas del sector del vending podrían socavar la eficiencia y la sostenibilidad que esta industria ha logrado a lo largo de los años. Es esencial que las autoridades europeas revisen cuidadosamente esta directiva para garantizar que fomente la sostenibilidad sin poner en peligro un sistema de negocio vital.

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