Desde 2020, se celebra cada 9 de septiembre el Día Mundial del Vehículo Eléctrico. Esta fecha fue escogida por las empresas ABB, multinacional tecnológica, y por Green TV, plataforma de vídeos multicanal sobre tecnología limpia, sustentabilidad y conservación. El objetivo era dar a conocer a la población mundial la importancia de los transportes eléctricos y el impacto positivo que tienen en la conservación del medio ambiente al reducirse la contaminación y las emisiones de CO2.
Con la celebración de esta efeméride se pretende concienciar a las nuevas generaciones e impulsar las formas de movilidad eléctrica. Se espera que en 2050, la mayoría de vehículos que circulen por las carreteras sean eléctricos o, al menos, que tenga una mayor presencia en todo el mundo.
Para lograr este cambio de los motores de combustión a los coches eléctricos, en 2021, los 27 países de la Unión Europea crearon la Ley Climática Europea en la que se acordó reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al 55%. Para reducir hasta ese porcentaje la contaminación, los países deben tomar medidas medio ambientales, entre las que se encuentran las vinculadas a la automoción.
El objetivo de España es que para 2030 circulen 5 millones de vehículos eléctricos o híbridos enchufables por la red de carreteras española. Por ello, en este Día del Vehículo Eléctrico se realizan campañas para impulsar la compra de coches eléctricos o híbridos.
En la actualidad, por las carreteras españolas circulan algo más de 300.000 coches eléctricos, según los datos del informe de OBS Business School de 2022. Además, existen más espacios de aparcamiento de coches eléctricos en centros comerciales, calles de múltiples ciudades y garajes comunitarios.
5 ventajas de un coche eléctrico
Los coches eléctricos no emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera durante su funcionamiento por lo que son sostenibles y no dañan el medio ambiente por el que circulan.
Asimismo, al no consumir combustible, el gasto que genera uncoche eléctricoen cada recarga es mucho menor que el de un vehículo convencional. Se nutre de electricidad y la mayoría de las veces, el gasto es el equivalente a 1 euro por cada 100 kilómetros.
Opta a una circulación más libre en todas las ciudades porque no está sujeto a las restricciones de las zonas de bajas emisiones, se pueden aparcar gratis en las zonas azules y, en algunas carreteras, les está permitido circular por el carril de alta ocupación (VAO), aunque solo vaya un ocupante, y por el carril bus.
Presenta menos averías porque durante la conducción utiliza menos elementos y se expone menos al desgaste. Su mantenimiento es más sencillo, tan solo se revisan las baterías y el motor, no es necesario el cambio de filtros, aceite u otro tipo de líquidos necesarios en un vehículo a combustión.
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Además, los coches eléctricos cuentan con ventajas fiscales como que están exentos del pago del impuesto de matriculación y del de circulación, en la mayoría de ciudades, así como de algunos peajes.
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