La economía circular es ya un concepto consolidado, que hace referencia a un modelo productivo, de consumo y de gestión de residuos más respetuoso con el medio ambiente. Un modelo absolutamente necesario que busca impulsar el aprovechamiento de los residuos para volver a incorporarlos a procesos productivos, minimizando el consumo de materias primas. Y ello sin olvidar otras actuaciones a lo largo de la cadena de valor de un producto, como el ecodiseño, el consumo responsable o el fomento de la reparación y la reutilización. 

A pesar de que en los últimos años Europa y España han activado diferentes programas e iniciativas para promover la transición hacia este modelo –como la Estrategia Española de Economía Circular, o diferentes planes de acción a nivel comunitario–, diferentes estudios publicados recientemente sobre el avance de la economía circular evidencian que queda mucho camino por recorrer. En esta línea se ha pronunciado hace pocos días la Asociación Europea de Gestión de Residuos, FEAD, que ha dado a conocer un manifiesto en el que reclama un Acuerdo Industrial Europeo y una legislación que sea capaz de promover una demanda constante de materiales reciclados que compitan en calidad y precio con los materiales vírgenes.

 

Un modelo que funciona 

En ese camino por avanzar en la economía circular, debemos tener presentes numerosos ejemplos que, en distintos sectores, nos demuestran que este modelo no sólo es posible, sino que ofrece resultados muy positivos. Uno de ellos es el de los aceites industriales, un producto muy utilizado en gran cantidad de actividades (donde hay maquinaria, hay aceite industrial). El residuo del aceite industrial tiene –si no se gestiona adecuadamente– un alto potencial contaminante. En SIGAUS nos encargamos de evitar que afecte negativamente a nuestro entorno, y de hacer realidad la Economía Circular de los aceites industriales. Llevamos 17 años haciéndolo. 

Gracias a nuestra relación contractual con más de 160 empresas gestoras de aceites usados (que en muchos casos lo son también de otros residuos industriales), y a nuestro elevado nivel de penetración en el tejido industrial y comercial de toda España (con más de 160.000 puntos generadores identificados y geolocalizados), recuperamos este residuo peligroso en todos los puntos del territorio donde se produce. Recogemos y valorizamos el 100% del aceite usado en España. 

 

Gracias al aceite usado tratado en 2023 fue posible producir 64.000 toneladas de nuevos lubricantes y 26.000 toneladas de fuel óleo.

 

Recientemente, desde SIGAUS hemos informado a las Administraciones Públicas sobre nuestra gestión en 2023. En concreto, el pasado año se generaron cerca de 160.000 toneladas brutas de residuo, en 4.800 municipios distintos. Para recuperarlas, fue necesario realizar más de 175.000 operaciones de recogida. Muchas de ellas implicaron desplazamientos en zonas de especial dificultad (rurales, montañosas o despobladas) o de especial vulnerabilidad ambiental (por situarse en las inmediaciones de espacios protegidos o de recursos hídricos). 

 

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Tratamientos para aprovechar el aceite usado

Una vez descontados el agua y otros impropios del residuo, la cantidad de aceite usado neto finalmente gestionado fue de 131.000 toneladas, que se valorizaron en su totalidad mediante distintos tratamientos que permitieron su aprovechamiento. En concreto, el 77,9% (casi 13 puntos por encima del objetivo legal) del aceite usado regenerable fue destinado al tratamiento de regeneración, el prioritario por ley, que permite transformar el aceite usado en bases lubricantes con las que se fabrican nuevos aceites industriales. Con las 101.774 toneladas de aceites usados tratadas mediante regeneración fue posible producir cerca de 64.000 toneladas de nuevos lubricantes. Por su parte, la cantidad de aceites usados tratados para su posterior uso como combustible permitió la producción de unas 26.000 toneladas de fuel BIA (fuel óleo con bajo índice de azufre).

 

Además de prevenir la contaminación, la economía circular nos demuestra que convertir los residuos en recursos genera beneficios adicionales, tanto económicos como ambientales.

 

Además de prevenir la contaminación, la economía circular nos demuestra que convertir los residuos en recursos genera beneficios adicionales, tanto económicos como ambientales. En nuestro caso, en comparación con obtener dichos productos (bases lubricantes o fuel óleo) a partir del primer refino del petróleo. Así, el tratamiento del aceite usado en 2023 evitó el consumo de 33 millones de barriles de petróleo y la emisión a la atmósfera de más de 83.000 toneladas de CO2, una cantidad equivalente a la que producirían 331 vuelos de ida y vuelta de un Airbus 350 lleno de pasajeros de Madrid a Nueva York. 

 


 

Los buenos resultados en la gestión de los aceites usados nos han permitido exportar este modelo al sector de los envases comerciales e industriales, cuyos residuos deberán someterse al régimen de Responsabilidad Ampliada del Productor a partir del próximo 1 de enero. A partir de este momento, los fabricantes y comercializadores de productos envasados en envases comerciales e industriales (cualquier envase que acompañe a un producto destinado a empresas o profesionales) deberán garantizar financieramente la gestión de los residuos de estos envases, con independencia de su naturaleza, formato, material o vida útil (desde una garrafa a un bidón, un palet, una caja o un film).

Para ayudar a las empresas a cumplir con estas nuevas obligaciones hemos creado GENCI, entidad que se nutre de la experiencia de SIGAUS. A GENCI aportamos nuestro conocimiento de los canales de distribución del producto, generación del residuo y gestión del mismo, puesto que estos residuos de envases comerciales e industriales se comportan fundamentalmente como un residuo industrial. 

 

Con nuestro modelo testado y la rápida escalabilidad de GENCI, los productores adheridos solo pagarán por los envases puestos en el mercado, sin cuotas fijas.

 

Somos el único SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) de envases comerciales e industriales que ya está funcionando, dado que operamos en Baleares desde 2022 como respuesta a una normativa regional. Este modelo ya testado es fácilmente escalable a nivel nacional. Por ello no requerimos cuota de adhesión, por lo que los productores adheridos a GENCI solo pagarán por los envases comerciales e industriales que pongan en el mercado a partir del 1 de enero de 2025, sin cuotas fijas. 

Tenemos, por lo tanto, en nuestras manos, las claves para que las miles de empresas afectadas por la nueva normativa de envases puedan cumplir la ley de modo ágil y sencillo. Desde GENCI estamos llevando a cabo una intensa labor comunicativa y de asesoramiento para resolver las múltiples dudas existentes, ya que la casuística es muy amplia. Es cierto que para muchos sectores es un pequeño ‘shock’, pero en GENCI tenemos muy claro cómo afrontarlo, porque ya lo hemos hecho en el pasado. 


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