En el mundo empresarial pocas cosas suceden por casualidad, pero aún así de vez en cuando surgen proyectos de manera inesperada. Frank Blase, CEO de Igus, compañía especializada en la fabricación de piezas de plástico de alto rendimiento, encarna como nadie el ejemplo de un caso de éxito que surgió por azar. Durante unas vacaciones en la costa de Florida (Estados Unidos), en 2009, Blase entabló una conversación casual con los empleados de una empresa de alquiler de bicicletas. 

La charla no tenía relevancia alguna hasta que los trabajadores mencionaron los problemas de corrosión que sufrían las bicicletas debido a la arena y el salitre de la playa.

Igus fabrica las primeras 100 bicicletas hechas de plástico, más de la mitad reciclado

Más de la mitad del plástico empleado para fabricar la RCYL es reciclado 

Igus

Cuando se dio cuenta del contratiempo que puede suponer este problema para los propietarios de las bicicletas y para la rentabilidad de las empresas de alquiler, Blase comenzó a concebir la idea de fabricar una bicicleta hecha de material plástico para evitar estos inconvenientes.

La bici es heredera del prototipo igus:bike que fue presentado a mediados de 2022 ante el canciller alemán Olaf Scholz

El proyecto empezó a tomar forma tiempo después y, a mediados de 2022, Blase presentó el prototipo Igus:bike, confeccionado principalmente de plástico. Si bien algunas partes de la bici no estaban hechas con este material, lo más importante fue comprobar que los componentes expuestos a la humedad quedaban a salvo de oxidarse, “ni tan solo los engranajes”, destacó ele ejecutivo durante la presentación en la Feria de Hannover. Al acto asistió incluso el canciller alemán Olaf Scholz, que quedó maravillado con la bicicleta de plástico.

Detalle de los pedales de la bicicleta RCYL

Detalle de los pedales de la bicicleta RCYL 

Igus

Actualmente, en colaboración con la empresa neerlandesa MTRL, Igus está fabricando las primeras 100 unidades de la RCYL, que es el nombre con que se ha bautizado este curioso modelo de bicicleta. La nueva bici, heredera del prototipo igus:bike, está confeccionado casi en su totalidad de plástico. Contiene exactamente un 92% de plástico, del cual algo más de la mitad es reciclado. Parte de este contenido procede de redes de pesca desechadas.

La RCYL contiene un 92% de plástico y el objetivo es que sea completamente fabricada con este material

Tras el lanzamiento de este primer centenar de bicicletas la intención de la compañía es fabricar otras 10.000 unidades en el periodo de dos años en sus nuevas instalaciones en Colonia (Alemania). De este modo, Igus podrá satisfacer las demandas de pedidos anticipados de unas 1.500 unidades, que ya añadirán un mayor porcentaje de plástico reciclado. El objetivo de la compañía es que en el futuro la RCYL esté hecha en su totalidad con plásticos reciclados para fomentar aún más el concepto de economía circular. El peso de cada ejemplar es de unos 17 kilos.

La bicicleta que Igus producirá en serie contiene un mayor porcentaje de plástico en comparación con el prototipo presentado hace dos años. La tija del sillín y la palanca de freno, que antes eran metálicas, ahora están confeccionadas con plástico. No son las únicas novedades que presenta la bici. Las actualizaciones del diseño original de igus:bike incluyen un mayor ángulo de giro, rodamientos de bolas de plástico resistentes al desgaste y un soporte de dos patas para facilitar el estacionamiento de la bici.

La nueva RCYL contiene más elementos plásticos que el prototipo igus:bike

La nueva RCYL contiene más elementos plásticos que el prototipo igus:bike 

Igus

En cada parte de la bicicleta se emplean plásticos ligeros de alto rendimiento que eliminan la necesidad de lubricación. Desde los rodamientos de bolas de doble componente en las ruedas, hasta los cojinetes de fricción en la tija del sillín, las palancas de freno y los pedales, todos estos elementos están diseñados con lubricantes sólidos integrados que aseguran un funcionamiento suave y sin fricción en condiciones de sequedad. De este modo la arena, el polvo y la suciedad no se adhieren a la bici.

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Una de las ventajas más destacadas que distingue a la RCYL de otros modelos disponibles en el mercado radica en su facilidad de mantenimiento, superando a la mayoría de bicicletas en este aspecto. Los usuarios tienen la libertad de dejar la bici a la intemperie, sin preocuparse por las inclemencias climáticas, y limpiarla en segundos con una manguera.

El precio de venta de la bicicleta se acerca a los 1.200 euros, y en la web de Igus se admiten reservas. Para obtener más detalles sobre esta innovadora bicicleta urbana hecha con plástico reciclado, te invitamos a ver el siguiente vídeo.



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