El
12 de diciembre de 2023 se ha presentado el informe elaborado por José
Santamarta, como principal autor,
economista y responsable de cambio climático del Observatorio de Sostenibilidad y Fernando Prieto, Raúl Estévez Estévez,
Carlos Alfonso, Juan A. Avellaner.
Con estos principales resultados
- En 2023 las emisiones de gases de invernadero disminuyeron un 5,3% respecto al año anterior.
- Las emisiones de 2023 representan respecto del año base de 1990 un 3,3% menos y un 36,6% menos respecto a 2005.
- En el sector del transporte por carretera las emisiones han disminuido un 0,8% en 2023.
- La disminución de 2023, a pesar de los aumentos de los aumentos de 2021 y 2022 marca la dirección adecuada para llegar a los objetivos del 2030 de la ley de Cambio Climático. Aun así habrá que aumentar, el ritmo de descarbonización y reducir cada año, al menos, un 7,5%.
En 2023 las emisiones de gases
de invernadero disminuyeron, según nuestros datos provisionales, un 5,3%
respecto al año anterior. Después de la disminución de 2018, 2019 y 2020, las
emisiones volvieron a crecer en 2021 y 2022, para disminuir en 2023 y alcanzaron
una disminución respecto del año base de 1990 de un 3,3% y un descenso del
36,6% respecto a 2005. La crisis desatada por el coronavirus supuso la mayor
disminución de las emisiones en 2020, lo mismo que sucedió con el PIB, el
empleo o el aumento de la deuda pública, por poner algunos ejemplos, pero la
vuelta a la normalidad supuso un importante crecimiento, a pesar de la guerra
en Ucrania y los altos precios del gas natural, el petróleo y la electricidad.
Este año de 2023, si se
confirman los datos, marcará una importante disminución junto a la de la crisis
desatada por el coronavirus que supuso la mayor disminución de las emisiones en
2020, lo mismo que sucedió con el PIB, el empleo o el aumento de la deuda
pública, por poner algunos ejemplos, pero estea disminución de las emisiones ha
ido acompañado de un aumento del PIB del +2,45 (según estimaciones de BBVA
research) a pesar de la guerra en Ucrania y los altos precios del gas natural,
el petróleo y la electricidad.
- En 2023 la disminución de las emisiones se debe a un importante aumento
de la producción hidroeléctrica y de otras fuentes renovables como la
fotovoltaica y la eólica. - Las emisiones del año base 1990 eran de 287,7 millones de toneladas de
CO2 equivalentes, las del año 2005 ascendieron a 438,8 millones de toneladas de
CO2 equivalentes y las emisiones en 2023 fueron 278 millones de toneladas de
CO2 equivalente según los datos preliminares de 2023. En 2022 fueron 293,8
millones de toneladas de CO2 equivalente. - Las emisiones sujetas al Comercio Europeo de Emisiones (ETS, en sus
siglas en inglés) supusieron un 33% del total. Por su parte, los sectores
difusos representaron un 66% de las emisiones totales, y la aviación un 1%. - La disminución de la quema de carbón para la generación eléctrica se
consolidó en 2023, con una disminución del 49%, aunque ya representa una fuente
marginal, a diferencia del consumo del gas natural en las centrales de ciclo
combinado, que también disminuyó un 37% en 2023, por el aumento de la
producción hidráulica (43%) y fotovoltaica (33%). - La producción hidráulica creció un 43%, el bombeo un 41%, la eólica
creció un 3,8% y la fotovoltaica un 33%. Sólo la eólica evitó la emisión en
2023 de 30 millones de toneladas de CO2 equivalente. - En 2023 el consumo de petróleo disminuyó un 2,1% (1% en el transporte
por carretera) respecto del año anterior y el gas natural disminuyó un 13,4%, a
causa de una caída del gas natural destinado a todos los usos y a la generación
eléctrica, a pesar de los altos precios, que repercutió en los precios de la
electricidad, por la metodología marginalista existente y que favorece a las
eléctricas y perjudica a los consumidores finales. - El carbón representa ya sólo una cantidad mínima del consumo de energía
primaria y final. - En el sector del transporte por carretera las emisiones han disminuido
un 1,1% respecto a 2022.
Como recomendaciones hay
que señalar que la disminución ya observada en 2023 permite aumentar la
ambición de los objetivos de reducción de la Ley de Cambio climático para
conseguir una economía descarbonizada y más competitiva.
Deben también revisarse los
procesos de decisión para lograr una descarbonización estructural y no
coyuntural, tanto en el sector eléctrico y del gas (precios elevados,
recuperación de centrales hidroeléctricas, reserva de energía, etc..) o en
otros temas como por ejemplo el del transporte de mercancías por carretera,
para lograr esta descarbonización. La energía fotovoltaica en tejados en
pequeñas instalaciones y naves industriales debe de ser potenciada de una forma
radical hasta llegar al 1 Millon de tejados solares y conseguir 20 GW
en tejados como ya los tiene por ejemplo Australia, (hay que recordar que
el total de la potencia instalada en España que ya ha causado profundos
impactos ambientales es del entorno de esa cifra) y permitir el balance neto.
Cuanta mas fotovoltacia se instale en tejados y zonas artificiales como
parkings, zonas comerciales, etc. menos macro instalaciones se tendrán que
poner en el territorio y así se evitará el impacto de estas estrcuturas
industriales sobre la biodviersidad.
Especialmente negativo fue no
asignar nueva potencia de energía termosolar en la subasta declarada
desierta en 2023, que es gestionable, por el límite del precio que impide una
mínima rentabilidad a las empresas del sector. Parece que se prefiere pagar
mucho más por el gas natural importado, que garantizar un precio a la
termosolar que garantice a amortizar el coste de su instalación y reducir el
coste, como ocurrió con la eólica y la fotovoltaica. El gobierno, al no
adjudicar nueva potencia termosolar, ha arruinado al sector, mientras China se
consolidad como nueva potencia termosolar, como ya pasó con la fotovoltaica.
Finalmente debe de aprovecharse
la magnífica oportunidad de los fondos Next Generation para finalmente
descarbonizar la economía y permitir una recuperación verde baja en carbono.
José Santamarta señala que la
disminucion de las emisiones del año en curso se debe entre otras razones al aumento
de la hidraulica (que es totalmente couyuntural) y del aumento de la
penetracion de las renovables sobre todo fotovoltaica y que el aumento del gas
se podria dimsinuir si aumenta la capacidad de almacenamiento con bombeo y
sobre todo termosolar”.
Fernando Prieto indica que “se debe eliminar cuanto antes el gas de la ecuación, y desbloquear y aumentar las inversiones en termosolar como renovable de almacenamiento”, “reducir la ganadería intensiva” y “potenciar el autoconsumo hasta instalar al menos los 20GW que tiene por ejemplo Australia y la implantación masiva de renovable fotovoltaica en zonas sin valor ecológico como zonas artificiales, parkings, vertederos, escombreras …
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