Implementar el modelo de gestión basado en la circularidad es uno de los grandes objetivos de las empresas y, además, la característica principal del vidrio. Una materia prima que se asemeja al efecto del boomerang, una herramienta que tiene la cualidad de ser lanzada y regresar al mismo lugar donde fue arrojada. Este principio sirve de metáfora, donde el vidrio siempre vuelve a ser utilizado y regresa al punto de partida sin sufrir ningún cambio, siempre y cuando existan procesos especializados. Desde Ecovidrio, una organización sin ánimo de lucro, se encargan de gestionar el reciclado de todos los residuos de envases de vidrio en España para darles una nueva vida. Beatriz Ejido, directora de comunicación y sostenibilidad de Ecovidrio, se encarga de resolver las dudas que surgen de este proceso.
-¿En qué consiste el proceso del reciclado?
-El primer paso comienza en casa. Una vez que las personas depositan los recipientes de vidrio en los contenedores verdes, estos son recogidos por camiones especializados y trasladados a plantas de tratamiento. Una vez allí, se trituran y se convierten en calcín -que es como vidrio precocinado, aclara-, a través de procesos mecanizados sin necesidad de agua ni elementos químicos. Este material se funde en un horno y finalmente se moldea para crear envases nuevos sin perder nunca sus propiedades. Es es un material maravilloso para la economía circular, crea un círculo perfecto que comienza colocando el vidrio en el contendor verde.
-Entonces, ¿qué impacto tendría no hacerlo?
-Uf, el impacto sería enorme. Para empezar, reciclar hace que no tengamos que extraer nuevas materias primas, como la arena, por lo que de no hacerlo, tendría consecuencias mediomabientales y, por supuesto, afectaría al cambio climático ya que el proceso de crear vidrio desde cero consume mucha más energía y genera más CO2. Reciclando, reducimos estas emisiones hasta un 50%. Y por otro lado, se acumularían muchos más desperdicios en los vertederos.
-¿Cómo trabajáis con las administraciones locales y nacionales?
-Las administraciones locales, es decir, los ayuntamientos son la autoridad competente en la gestión de residuos. Son los responsables de garantizar que se cumple con la legislación, que los residuos se gestionan correctamente y, además, que sea accesible para todos los ciudadanos. Somos compañeros, trabajamos mano a mano para sacar adelante esta tarea tan importante. Pero también lo es la labor e implicación de los hosteleros y de toda la sociedad en conjunto. Es un trabajo del que tenemos que tirar todos.
A nivel nacional, es el Estado el que se encarga de la promulgación de las leyes generales, como la Ley de Envases y Residuos de Envases en 1997, que establece que las empresas tienen la obligación de responsabilizarse del impacto ambiental que generan sus residuos. Motivo por el que nació Ecovidrio.
«Cuando la gente ve que los camiones depositan los residuos de diferentes contenedores en un mismo camión, es porque dentro disponen de compartimentos individuales, donde se separan los residuos según sus características»
-El aspecto económico suele generar desconfianza, ¿de dónde sale la financiación?
-Las empresas son las principales encargadas. Están obligadas a la financiación y organización de la gestión total de sus residuos comerciales. Pagan una cuota por cada envase que ponen en el mercado para hacerse cargo de sus residuos. Están obligados por ley pero además tienen concienciación sobre la importancia que tiene. Esta cuota nos permite llevar a cabo todas las fases de reciclaje, desde su recogida hasta la nueva vida que le damos al vidrio. Por otra parte, la trasformación de residuo a materia prima, permite la comercialización del calcín y aporta ingresos a la cadena de reciclaje.
-¿Habéis mejorado las tasas de reciclaje respecto a años anteriores?
Cuando comenzamos hacía mucha más falta la concienciación porque era todavía un tema desconocido. Afortunadamente, cada vez son más las personas que tienen este compromiso, nosotros las llamamos ‘ecoactivistas’. Del 87,8% de personas que aseguran reciclar prácticamente siempre los envases de vidrio, un 18% pertenecen a este grupo. Son personas sobresalientes, mayores de 45 años que, además de reciclar, intentan influir en otras personas para que también lo hagan. España ya ha cumplido con dos años de antelación lo que nos pedía la Unión Europea para 2025, que es un 70%. Imagínate, el objetivo de 2030 es que prácticamente todo lo que se genera se va a tener que reciclar y, aunque es un propósito ambicioso, nos mantenemos optimistas. Pero los ayuntamientos tienen mucho que decir, porque aunque es verdad que había más reticencia en el pasado, es necesaria una mayor implicación para lograrlo. Hay administraciones locales que lo consideran de primera importancia pero no es el caso de todas.
-¿Hay algún otro foco de desconfianza del que tengáis constancia?
-La gente que no recicla al final es porque se escudan en excusas como que no disponen de espacio en casa, no tienen cerca un contenedor verde o no merece la pena separar residuos porque creen, erróneamente, que al final acaban todos mezclados en los camiones de recogida de basura. Este último es el más extendido y la realidad no es así. Cuando la gente ve que los camiones depositan los residuos de diferentes contenedores en un mismo camión, es porque dentro disponen de compartimentos individuales, donde se separan los residuos según sus características.
Otra idea errónea es que la calidad del producto que se obtiene del reciclaje es de peor calidad. Es un material 100% reciclable, lo que significa que puede introducirse en el proceso de producción infinidad de veces sin perder sus propiedes. Además, también existe la falsa creencia de que reciclar contamina más que producir uno nuevo. De hecho, en 2023 se evitó la emisión de mas de medio millón de toneladas de CO2 a la atmosfera gracias al reciclaje.
-¿Qué papel juega la tecnología en todo el proceso?
-Utilizamos una tecnología muy sofisticada de inteligencia artificial. Hemos colocado contenedores geolocalizados que recogen datos diarios y gracias al análisis de big data a través de un algoritmo matemático nos permite conocer las necesidades de cada municipio y tomar acción. Es una nueva estrategia nacional (EcoBarrios), que tiene como propósito mejorar los niveles de reciclaje del vidrio en zonas que no han cumplido con los objetivos esperados. Estos datos, permiten establecer unas mejores estrategias y aplicar medidas. Le trasladamos la información a los ayuntamientos y son ellos los encargados de colocar más contenedores y mejorar sus ubicaciones. Por nuestra parte, nos permite saber dónde hacen falta más campañas de concienciación y economizar el transporte, ya que sabemos cuándo van a estar más llenos los cubos de basura. Es un sistema súper eficaz, podemos personalizar cada barrio específicamente.
-¿Cuáles son las comunidades autónomas que más reciclan?
-País Vasco, Navarra y Cataluña es donde más reciclan porque es donde más concienciación existe y ahí está el truco. Tenían y tienen una administración pública súper volcada con todo el tema del reciclaje. En 2023, las mejores capitales han sido San Sebastián -siempre lidera el ránking-, seguido de Pamplona, Santiago de Compostela, Bilbao, Palma, Barcelona, Granada, Vitoria-Gasteiz, Girona y por último, Santander.
-¿Y las que menos reciclan?
-Andalucía. Aunque también hay que tener en cuenta que es la que más está creciendo. Por ejemplo, Granada y Almería se han convertido en casos de éxito. O sea que se están poniendo las pilas. La importancia está en la implicación de los Ayuntamientos.
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