Altas tasas de reciclado, el alargamiento de la vida de los productos tecnológicos y políticas para prevenir los residuos permitirían para 2050 cubrir con materiales reciclados hasta un 67% de la demanda de los minerales necesarios para llevar a cabo la transición energética y digital en España. Así lo indica un informe del Instituto de Investigación Mixto CIRCE (Universidad de Zaragoza) encargado por Amigos de la Tierra. En él se calcula el aumento de la demanda de minerales que comportarán estos planes industriales hasta mitad de siglo y se estima el potencial para reducir su impacto al extraerlos de la tierra.
En total, en un escenario en el que disminuya la demanda y aumenta el papel el reciclaje, se lograría reducir hasta el 49% la extracción de minerales que se emplean en estas tecnologías.
Movilidad eléctrica domina avasalladora la demanda de metales
La movilidad eléctrica es la principal fuente demandante de materias primas, por lo que «éste es el ámbito más vulnerable ante los posibles problemas de suministro futuro que se puedan dar», según explica la investigadora Alicia Valero.
El vehículo eléctrico es responsable en el período 2020-2050 de entre el 54-58% de la demanda acumulada de aluminio y cobre, o del 73-92% de los materiales asociados a las baterías, como el manganeso, cobalto, níquel y litio.
La movilidad eléctrica domina avasalladora la demanda de nuevos metales para este fin, pues se estima que es la responsable del 79% de la demanda acumulada de tierras raras (disprosio y neodimio, que se utilizan para los motores). La eólica necesita el 16% de las tierras raras, en concreto para los aerogeneradores.
Las líneas eléctricas absorben la demanda de cobre y aluminio mientras que los aparatos eléctricos y electrónicos captarían entre el 5 y el 12% de la mayoría de los metales y hasta el 35% de la demanda total de oro. «Esta demanda no será despreciable para el futuro», dice Valero.
Por su parte, las electrolizadores (para producir hidrógeno verde) absorberían un 77% de materiales como el paladio o platino. «Y no hablamos del resto de minerales que se precisan para el resto de sectores», dice Valero.
El informe resalta que para el 2025, el suministro estará dominado por la extracción primaria, «puesto que hoy en día el reciclaje es insignificante. «Sin embargo, a partir de 2035 aparecería una fotografía más positiva, en la que aumenta la demanda cubierta con reciclaje».
Para el 2045, el reciclaje ya podría cubrir en torno al 50% de la demanda (con grandes flujos de baterías y turismos eléctricos que acaban su ciclo de vida).
Momento crucial para Europa
El informe se difunde en un momento en el que los países europeos están adoptando medidas para aumentar su reducción de demanda en el acceso a los recursos minerales.
La Unión Europea ha adoptado el acuerdo de que para el 2030, el 10% del consumo anual europeo de minerales considerados “estratégicos” sea extraído de suelo europeo.
Al mismo tiempo, está intensificando los esfuerzos para diversificar el suministro de minerales procedentes de terceros países.
En este contexto, la nueva legislación europea agiliza los permisos para proyectos considerados estratégicos, incluyendo los proyectos mineros, a los que se facilita financiación. Amigos de la Tierra critica sin embargo, que el reglamento europeo “rebaja los estándares ambientales en aspectos como la protección de espacios naturales o el agua”.
Actuaciones que redundan en una reducción de las extracciones
“El informe demuestra que adoptar medidas para impulsar realmente el reciclaje de metales, así como medidas de ahorro, podrían reducir de forma significativa la demanda y, por tanto, la necesidad de extraer nuevos minerales del suelo”, afirma Adriana Espinosa, responsable de Recursos Naturales y Residuos de Amigos de la Tierra.
El estudio concluye que una combinación de medidas de economía circular y de autosuficiencia lograrían reducir globalmente un 34% la demanda de minerales para el conjunto de metales analizados y un 50% específicamente para el caso de metales clave como el litio.
Un catálogo de acciones posibles
Los autores del trabajo juzgan que alargar la vida útil de las tecnologías, mejorar y acelerar el reciclaje de los metales y limitar el tamaño de las baterías de coches eléctricos son elementos que aportan grandes beneficios en este objetivo. Si además, se fomenta la reutilización y se reduce la flota de vehículos privados con una apuesta por el transporte en autobuses eléctrico, en este caso los materiales reciclados permitiría dar respuesta al 67% de la demanda de minerales.
La movilidad eléctrica es el ámbito que tiene más peso en la demanda de minerales. Por eso, las medidas relacionadas con ella son las que tienen un efecto positivo mayor en cuanto a la reducción de esta demanda.
En este sentido, disminuir la flota de vehículos privados en circulación (con una flota de turismos en 2050 tres veces menor que la actual) y aumentar la de autobuses eléctricos reduciría la demanda entre un 10 y un 25% según el tipo de metal analizado. Asimismo reducir el tamaño de las baterías de vehículos frenaría la demanda entre un 3 y un 14%.
Considerar la justicia global
La investigación también aborda la perspectiva de justicia global, es decir, en términos de reparto equitativo de los recursos disponibles a nivel mundial. “El consumo europeo de minerales no sería extrapolable a los países del Sur, no habría minerales para todos. Para lograr una transición energética justa y sostenible, no basta con sustituir unas fuentes de energía de origen fósil por energías renovables. Es imprescindible replantearnos nuestro modelo de producción y consumo”, continúa Espinosa.
Amigos de la Tierra insta al Gobierno a tomar nota de las conclusiones del estudio y a aplicar las propuestas dadas a la hora de implementar la Hoja de Ruta para la Gestión Sostenible de las Materias Primas Minerales y en la reforma de la Ley de Minas franquista.
”Estas políticas deben estar a la altura de la crisis ecosocial que vivimos. La reducción de la flota de vehículos privados, la apuesta por alargar la vida útil de las tecnologías, la aplicación de sistemas de reciclaje adecuados son medidas posibles para lograr una transición energética justa con las personas y que respete los límites planetarios”, ha concluido Espinosa.
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