Repsol está inmersa en sus objetivos de descarbonización y de reducción de emisiones para llegar a las cero emisiones netas en 2050. La multienergética es pionera en marcarse objetivos concretos para acelerar la transición energética justa y ha optado por centrar su apuesta en los combustibles renovables. Repsol dedica un espacio en exclusiva al desarrollo de combustibles renovables generados a partir de residuos, como el aceite de cocina usado, a pocos kilómetros del centro de Madrid, en Móstoles.

Bautizado como Repsol Technology Lab Combustibles Renovables, el espacio madrileño es el lugar de nacimiento de cualquiera de las iniciativas renovables que la multienergética despliega después en sus centros industriales por toda España. Un campo de pruebas en el que emplean a más de 250 trabajadores y en el que una veintena de ellos, combinados con nuevas tecnologías y funciones de automatización, ensayan y prueban los nuevos productos renovables que Repsol saca al mercado.

Un espacio que engloba varios edificios en los que se prueban, a día de hoy, hasta 35 pruebas piloto para hacer de los combustibles renovables la opción habitual a la hora de llenar el depósito en las estaciones de servicio, no solo de la compañía, sino de la población en general. Pero no solo eso, sino que el laboratorio de motores del Repsol Technology Lab Combustibles Renovables es también el lugar de nacimiento del nuevo motor de Honda para la próxima temporada de Moto GP. Un nuevo motor en el que se trabaja de forma confidencial, y exclusiva, mano a mano con los técnicos de Honda y que comparte espacio con los bancos de pruebas de motores en vehículos particulares o agrícolas. 

Repsol realiza pruebas de motores en vehículos en su laboratorio

 

Pionero en la transformación de aceite usado en combustible renovable

Además de encargarse del nuevo motor de Honda, el centro cuenta con varios laboratorios de formulación en los que los expertos de Repsol transforman el aceite de cocina usado o residuos naturales tras la tala de bosques en combustibles perfectamente útiles para cualquier vehículo. Una alternativa que ya está en el mercado -Repsol ofrece combustibles renovables en 62 estaciones de servicio repartidas en las carreteras de la Península Ibérica, 47 en España y 15 en Portugal- y que pretende multiplicar por diez al cierre de este año. El objetivo de la multienergética es cerrar este 2024 con combustible 100% renovable a disposición de sus clientes en 600 de sus estaciones de servicio, superando la meta inicial anunciada en el momento de la puesta en marcha de las tres primeras estaciones renovables, en Madrid, Barcelona y Lisboa, en mayo de 2023. Una apuesta pionera que le situó como primer grupo español en ofrecer combustible 100% renovable a sus clientes.

Desde Repsol defienden que el combustible renovable que ya ofrecen en sus estaciones de servicio hace el mismo servicio que el combustible tradicional en cualquier vehículo. Es decir, el coche, tractor o embarcación tiene el mismo consumo, en las mismas condiciones, y no presenta diferencias entre uno y otro tipo de combustibles. Todo ello a un precio competitivo, según la compañía, que le sitúa al mismo nivel que la gasolina o el diésel premium en las estaciones de servicio de la multienergética. Es más, pruebas ya realizadas con Alsa en Bilbao en 2021 reflejan que ninguno de los trabajadores, ni usuarios del autobús, notaron diferencias en el trayecto o mantenimiento del vehículo al usar combustible procedente de materias primas sostenibles. Y es que, tal y como revelan los expertos de Repsol, el origen del combustible solo se detectaría con una prueba de carbono-14.

Al paso de la transformación del aceite de cocina usado a los combustibles renovables de Repsol -un paso que se nota a primera vista en el cambio de color o incluso de forma en el caso de los residuos naturales procedentes de bosques- le siguen las plantas piloto en las que probar los nuevos productos. Más de una treintena de plantas en las que los profesionales del Repsol Technology Lab Combustibles Renovables prueban los productos que después se replicarán a gran escala en los centros industriales de la compañía, entre ellos el de Bilbao y Cartagena.

El laboratorio de Repsol transforma aceite de cocina usado en combustible renovable

 

Volviendo al origen de estos combustibles renovables, los responsables del Technology Lab aseguran estar en “búsqueda constante” de nuevos materiales residuales que podrían servir como combustible para poner en marcha un vehículo. Así lo refleja Claudia Esarte, consultora de diseño de producto de Repsol, con un matiz: el residuo tiene que ser sostenible y estar reconocido como tal a nivel europeo. En el caso del aceite de cocina usado, la compañía ha puesto en marcha una iniciativa, por el momento en la Comunidad de Madrid y Galicia, con la que recoge aceite usado en 300 estaciones de servicio. Una medida que facilita la gestión sostenible del residuo y que promueve la economía circular. Y es que con un litro de aceite de cocina usado se pueden fabricar 0,9 litros de combustible renovable. Una recogida que, para los clientes de Waylet, lleva consigo un descuento de 30 céntimos por litro de aceite de cocina usado entregado en los puntos de Repsol, ya sea para el próximo repostaje o para adquirir productos en las más de 3.300 estaciones de servicio de la compañía en España.

Repsol despliega combustible renovable para todo tipo de transporte, también para el MIURA

Repsol está inmersa en los avances en descarbonización y ha centrado su apuesta de los últimos años por los combustibles renovables como una alternativa al vehículo eléctrico. Y es que la electrificación no llega a todos los sectores del transporte y, por el momento, tiene un coste elevado para gran parte de la población. El uso de combustibles renovables en el mercado aparece como una opción perfecta para descarbonizar el transporte pesado y agrícola -grandes flotas de camiones o vehículos del sector agrario-y el transporte marítimo o aéreo a gran escala, incluso a nivel espacial.

Repsol sirve combustibles renovables al transporte agrícola

Y es que Repsol también participa en el desarrollo del MIURA, el cohete español que se lanzará desde Andalucía, a la hora de servir de combustible aeroespacial al cohete. También a nivel particular, llenar el depósito del coche con combustible generado de forma renovable no implica tener que comprar otro, ya sea eléctrico o híbrido enchufable, sino que sirve para cualquier tipo de vehículo. “Lo importante es descarbonizar y garantizar la reducción de emisiones de CO2”, recalcan los responsables de la planta.

Para descarbonizar la movilidad, Repsol apuesta así por un triple modelo energético que combina la electrificación, el uso los combustibles renovables y la apuesta por el hidrógeno verde. Tres soluciones energéticas que deben tomarse en cuenta para garantizar el suministro y reducir las emisiones de la forma más rápida y eficiente posible para la población. El objetivo de la multienergética pasa por, en 2030 -en apenas seis años- contar con una capacidad de producción de más de dos millones de toneladas de combustibles renovables, situando a la multienergética como líder en la producción de este tipo de combustibles verdes en España y en Europa.


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