Según The European, los líderes empresariales actuales han ampliado su perspectiva sobre los costos más allá de lo meramente financiero. Reconocen que las actividades corporativas impactan tanto en el medio ambiente como en las sociedades; las empresas responsables buscan mitigar estos impactos a través de prácticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG).
Las competencias de líderes ESG son esenciales para asegurar las inversiones y mejorar la reputación de una organización. En enero de 2023, el organismo de control del mercado holandés, AMF (Autorité des Marchés Financiers), recomendó endurecer las normativas de la Unión Europea para etiquetar los fondos de inversión sostenibles, con el fin de combatir el greenwashing.
Competencias de líderes ESG: el camino hacia la sostenibilidad
Por lo tanto, las empresas que buscan perdurar y prosperar en los próximos cinco o diez años necesitan líderes capaces de guiarlas en la transición hacia ESG. Estos líderes necesitan poseer la integridad necesaria para evitar caer en prácticas poco sinceras ante los inversores y la competencia para implementar cambios con éxito.
A continuación, se enlistan 7 competencias de líderes ESG que hacen que el liderazgo corporativo sea efectivo durante la transición hacia la sostenibilidad.
- Compasión. La compasión es fundamental para los líderes ESG, quienes deben tener una sólida brújula moral compuesta por un propósito y valores fundamentales que guíen sus decisiones. Esta brújula moral les otorga compasión hacia las personas y los entornos en los que operan, lo que despierta su pasión por generar cambios. Los líderes ESG definen su propósito en relación con los objetivos, estableciendo un modelo sólido para los negocios, cimentándolos en la ética. Su empatía por los demás y su comprensión del impacto de sus decisiones en comunidades más amplias son motores de su acción.
- Curiosidad. Los líderes ESG deben ser curiosos, actuando como detectives para identificar áreas en las que sus empresas puedan mejorar. A su vez, deben comprender la magnitud de los problemas ambientales, sociales y de gobierno corporativo para priorizar su atención y encontrar soluciones. La adopción de prácticas sostenibles no solamente beneficia las relaciones con los consumidores, sino que también aborda problemas importantes, como la crisis climática.
- Compromiso. Abordar los problemas ESG requiere compromiso y resistencia por parte de los líderes. No se trata únicamente de realizar cambios minúsculos, sino de transformar organizaciones enteras. Esto implica una batalla prolongada que demanda fe en la capacidad de generar cambios y una responsabilidad continua: la progresión hacia ESG no es una carrera corta, sino una maratón en que líderes se comprometen a correr kilómetros.
- Creatividad. Hemos comentado que los líderes ESG no se enfocan únicamente en las ganancias — es una parte vital de su labor—; no obstante, la bancarrota tampoco es su objetivo. La transición hacia la sostenibilidad suele implicar una presión financiera adicional, pero también crea nuevas oportunidades para la inversión y la innovación. Los líderes ESG tienen la capacidad de transformar ideas y tecnologías disruptivas en nuevos productos y servicios, aprovechando las posibilidades generadas por avances tecnológicos, como la creciente popularidad de los vehículos híbridos y eléctricos. A pesar de tener objetivos ambiciosos, estos líderes deben ser realistas, encontrando maneras creativas de convertir los desafíos ESG en nuevas fuentes de ingresos y modelos de negocio. No tiene sentido abandonar prácticas actuales sin tener un plan alternativo preparado: Aristóteles llamó a esta habilidad «phronesis», que significa sabiduría práctica.
- Coraje. Encontramos numerosas citas sobre la importancia de aceptar el fracaso; sin embargo, la cultura corporativa sigue siendo poco tolerante al respecto. Los líderes ESG enfrentan una tarea exponencial que a menudo implica fracasos inevitables; pese a ello, deben perseverar, ya que sus éxitos son cruciales para el futuro de sus empresas. Se necesita coraje para impulsar un nuevo modelo de gobernanza, centrado en la creación de valor a largo plazo para todas las partes interesadas, en lugar de beneficios a corto plazo para los accionistas. Los líderes ESG no están en una búsqueda de popularidad; deben ser receptivos a la retroalimentación pero firmes en sus decisiones. Son capaces de superar las críticas y las presiones externas, dispuestos a asumir riesgos calculados y aprender de sus errores.
- Cooperación. Los grandes proyectos, como las pirámides de Egipto, no se construyeron por una sola persona, sino con la colaboración de muchas manos que trabajaron por un mismo objetivo. Parte de las competencias de líderes ESG, es definir esa visión e inspirar a otros a participar en ella. Los criterios ESG deben ser perseguidos en colaboración con todas las partes interesadas, ya que cualquier transformación afectará a todos los involucrados; lo anterior implica formar redes, asociaciones y lanzar proyectos conjuntos. Los líderes deben mantenerse en contacto con sus seguidores, fomentando una atmósfera comunitaria y demostrando con el ejemplo.
- Consistencia. Ser consistente no significa ser rígido, sino auténtico. Los líderes deben exigir los mismos estándares que esperan de otros, incluso en los detalles más pequeños. Sus acciones serán examinadas minuciosamente y la falta de sinceridad puede llevar a acusaciones, como el greenwashing. Los líderes ESG deben ser sinceros y atentos a los detalles para garantizar la coherencia en sus decisiones: aunque nadie puede ser perfecto, la sinceridad y coherencia son esenciales para mantener la integridad.
Líder, ¡da lo mejor de ti!
Es poco realista esperar que una persona cumpla con todas las competencias de líderes ESG; no obstante, hay un objetivo inamovible: ser un modelo a seguir. Al reflexionar sobre estas competencias y su propio estilo de liderazgo, se debe alentar a los líderes a considerar áreas de autodesarrollo. La perfección puede ser inalcanzable, pero dedicar una vida a mejorar esfuerzos puede resultar en un mundo mejor para todos.
En la búsqueda de un futuro más sostenible, los líderes empresariales están desempeñando un papel crucial como impulsores del cambio hacia la sostenibilidad ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG). Estos líderes no solamente están preocupados por el ámbito económico, sino que también reconocen la importancia de generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente en el que operan: se están convirtiendo en catalizadores para la adopción de prácticas empresariales responsables y éticas que logren trascender los beneficios financieros.
El liderazgo en ESG adopta una visión generalizada, considerando el impacto a largo plazo de las decisiones empresariales en todas las partes interesadas, desde los empleados hasta las comunidades locales y el planeta en su conjunto. Es prioritario forjar un camino hacia un modelo de negocio más sostenible, promoviendo la transparencia, la responsabilidad y la innovación.
Las competencias de líderes ESG les preparan para abordar los desafíos globales más apremiantes, desde el cambio climático hasta la desigualdad social. Es indispensable implementar medidas concretas para reducir su huella ambiental, promover prácticas laborales justas y contribuir positivamente al bienestar de las comunidades en las que operan. La sostenibilidad empresarial no solamente es deseable, sino también esencial para favorecer el bienestar de la sociedad y el planeta.
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