El mundo se enfrenta a un desafío medioambiental sin precedentes. Las sequías, inundaciones e incendios se suceden sin freno. Seis de los nueve limites planetarios – publica la revista Science Advances– ya han sido superados. En países como Indonesia se planea construir una nueva capital para poder hacerla sostenible y en otros como Islandia se inauguran placas conmemorativas donde antes había glaciares.

El reto es de magnitud planetaria y, aunque no todos están respondiendo de la misma manera, la Unión Europea ha hecho del mismo una de sus señas de identidad, especialmente bajo el mandato de la Comisaria Ursula Von der Leyen. El viejo continente encabeza los esfuerzos normativos a nivel mundial con una legislación prolífica y ambiciosa, como exigentes son los retos a los que nos enfrentamos.
Pero, ¿cuáles son las leyes que está preparando Europa y cuándo entrarán en vigor? ¿Cómo afectan a industria y consumidores? Son muchas las dudas que aún quedan por resolver, pero ya se pueden adivinar las grandes líneas maestras en las que se moverá la legislación europea. Y cuando entrarán en vigor, puesto que, si no ocurre nada extraño, estos seis reglamentos entrarán en vigor a lo largo de 2024.

1. Reglamento de Ecodiseño (Julio 2024)

Esta norma busca dar más transparencia a los procesos de fabricación y más información al consumidor. Dado que ya existen reglamentos de ecodiseño aprobados para smartphones y tablets, se prevé que esta normativa tenga sobre todo impacto en otros sectores como el textil, el de los muebles o el de los cosméticos. Además, la regulación busca aportar información sobre la reparabilidad de los dispositivos o su capacidad de reciclado.

2. Propuesta de Directiva sobre Derecho a la Reparación

El objetivo de esta norma es impulsar la durabilidad de los productos, facilitando su derecho a la reparación. Habla del derecho a exigir la reparación de productos como móviles, tabletas, servidores o pantallas electrónicas, combatiendo así la “obsolescencia programada” con una “durabilidad planificada”.

3. Reglamento de Envases y Residuos de Envases

La gestión de los envases lleva regulada desde la década de los 90, pero ya se ha publicado un nuevo reglamento para adaptarla a los tiempos e impulsar la economía circular. Ahora la normativa se extiende también a los envases comerciales e industriales y por tanto a las compañías B2B. Tienen menos foco en la gestión de los residuos, aunque se mantiene, y más en el diseño la reciclabilidad y la reutilización de todo tipo de envases.

Y es que el objetivo previsto para 2040 no es pequeño: reducción de un 15% de los envases que usamos hoy en día.

4. Regulación contra el blanqueo ecológico o “greenwashing”

El greenwashing no es solo una práctica impopular, sino una práctica que afecta a la libre competencia y, por supuesto, al medioambiente. Por ello, la UE trabaja en una Propuesta de Directiva de Empoderamiento de Consumidores que prohíbe, por ejemplo, presumir de algo a lo que se está obligado por ley, como que el tapón de la leche no se pueda separar del brik de la misma.

Respecto a los productos que contengan elementos digitales la nueva normativa exigirá que los agentes económicos suministren la información necesaria sobre las actualizaciones de programas informáticos.

5. Directiva de Green Claims

En esta normativa se regula la necesaria fundamentación de cualquier alegación medioambiental. A partir de ahora, las informaciones sobre el producto, como por ejemplo “el 75% de este producto es reciclable”, deberán estar verificadas por organismos independientes. El sistema de etiquetado ambiental deberá por tanto, ser preciso y verificable.

6. Directiva de Diligencia Debida

Exige que las empresas hagan un análisis de su cadena de suministro y corrijan, mitiguen o compensen aquellas prácticas que sean perjudiciales para el medio ambiente.

La voluntad política de Europa es convertirse en referente mundial en cuidado del medio ambiente y hacerlo, sobre todo, a través de la legislación. Las normas que hoy se debaten pueden sufrir cambios o modificaciones, pero no lo harán en su enfoque fundamental: diseñar un nuevo escenario en que industria y consumidores modifiquemos nuestro comportamiento para adaptarnos a las exigencias de un mundo cada vez más sostenible.