Francia acoge un nuevo planteamiento de producción y consumo orientado a eliminar el plástico desechable, luchar contra el despilfarro y evitar la obsolescencia programada.

Son tres pilares fundamentales que buscan establecer la base de la economía circular que pretende implantarse escalonadamente en Francia desde principios de 2021.

La ley contra el despilfarro por una economía circular fue aprobada por la Asamblea Nacional francesa. Esta ley recoge como principales desafíos:

  • abandonar el plástico desechable
  • informar mejor al consumidor
  • reducir la cantidad de residuos en vertederos
  • luchar contra el despilfarro
  • actuar contra la obsolescencia programada como principales desafíos.

Se trata de una ley progresiva que pretende implantar paulatinamente medidas concretas orientadas a alcanzar objetivos específicos. En 2030, pretenden haber reducido un 15% los residuos por habitante y un 5% los residuos provenientes de la industria. Estas metas se fijan con horizontes concretos. Como por ejemplo, en a penas 5 años, aspiran a utilizar solo plásticos reciclados y que, en 2040, ya no exista la posibilidad de utilizar plásticos de un solo uso. Lo cual obliga a los fabricantes a empezar a pensar en materiales y procesos productivos orientados a cumplir la legislación en el marco de la economía circular.

Implantación del índice de reparabilidad de los aparatos eléctricos y electrónicos

Este es sin duda, el principio del fin de la obsolescencia programada. Un índice de reparabilidad visual en la caja del dispositivo electrónico que se va a adquirir, y que indicará si el producto en caso de avería es fácil de reparar, difícil o no reparable. Esta iniciativa pretende concienciar también al consumidor e iniciar la dinámica de una reparación o repuesto de accesorios real, sencilla y asequible.

Esta medida se implanta ya en enero de 2021, y está orientada a incrementar la reparabilidad de los dispositivos y la lucha contra el despilfarro. A partir de entonces, el consumidor francés sabrá si el aparato que compra es reparable y cómo de sencillo es acceder a los materiales de repuesto para reparar su dispositivo.

Sin duda, Francia avanza en la lucha por una economía sostenible, al igual que otros miembros de la Unión, como Bélgica, Holanda, Suecia, Dinamarca y Alemania. Este último destaca por sus cifras de reciclaje: en torno al 70% de todo lo que producen, es reciclado.

Fuente: El Ágora Diario del agua