Desde hace algunos años, las campañas de sensibilización ambiental se han centrado en hablarnos sobre el esquema de las “3R”: Reducir, Reutilizar, Reciclar… Pero parece que con la actual crisis ambiental que vivimos, la economía circular se presenta como la única opción de salvar el planeta. Una clara revolución que pretende frenar el impacto del cambio climático en el planeta tierra.

Rediseñar y Reparar. Las nuevas «5 R».

La economía circular se basa en producir bienes y servicios sostenibles, reducir el consumo y optimizar el aprovechamiento de las fuentes de energía. Además nos recuerda que las materias primas son escasas y que hay evitar al máximo la generación de residuos desde el origen.

Esto es “repensar” los materiales que se van a utilizar, rediseño, reparación… En definitiva, darles una nueva oportunidad como productos renovados o de segunda mano que contribuyan a ser más sostenibles y que conserven su valor si queremos salvar el planeta aprovechando la oportunidad que nos brinda la economía circular.

Los recursos naturales no son infinitos.

Cada vez crece el número de ciudadanos en urbes, se calcula que en 30 años el 75% de las personas vivirán en núcleos urbanos. Según la fundación Ellen MCArthur, No hay materias primas, ni energía, ni capacidad atmosférica en el planeta para atender las necesidades de 7.500 millones de personas que cada vez consumen más y eso teniendo en cuenta que un 80% de la población mundial no accede a casi nada.

En este sentido, la economía circular una alternativa de desarrollo. En la Fundación Ellen MC Arthur la denominan “la cuna a la cuna”, “una nueva manera de ver el mundo y que está basada en la observación de la naturaleza que optimiza el consumo de energía y no genera residuos: todo se reutiliza, se digiere y se convierte en abono. De la misma manera, los productos manufacturados se deben diseñar y elaborar con la menor cantidad de energía posible, y los residuos se tienen que reincorporar al proceso de producción.”

El País